viernes, 6 de abril de 2012

La mujer compartida

Soy mujer partida a fuerza de golpes de cuerpos, de besos y caricias. Por mi propia conciencia sentenciada, vivo dividida, exiliada con el alma confinada a escribir quien soy o la que fui.

Amar, morir y callar. Amo la memoria de mis esperanzas cargadas de aserrín y escalofrío. Muero arrimada a las rejas del infierno por develar misterios libertarios, y callo ante la imagen engrillada de mis muslos frenéticos.

Lucho incesante con la pluma izada por romper las barreras del destierro al que me han relegado las horas no dedicadas, las promesas olvidadas.

Busco abolir los días eternos de cortas noches sofocadas entre las sabanas del tiempo, rasguñando mi espalda, lamiendo mi alma, revolcando mi nostalgia.

Tras una rendija clandestina me niego, me rindo, asida a la inmensa pregunta incierta, a la duda aberrante. Me deshojo en verano, me reseco en invierno, me duele la vida en azul y el amor en lila, todo el tiempo.

Los amaneceres dejan llagas sobre mi piel, las voces entrecortadas del pasado y del presente, desgarran en secreto y en la oscuridad mis suspiros ahogados. La muerte y el orgasmo llegan en mi auxilio para rescatar mi sombra curvada de entre tantas figuras y nombres proscritos.

Luego solo se oye el recuento de ninfas y faunos que se amaron sin pudor alguno para agonizar tras cada batalla librada sin barricadas, tras cada combate sin peleas, entre sábanas vacías, como besando espejos, como buscando lirios para morder cardos.

Soy la del reflejo, partida, compartida e inconclusa, la que juega, la que sufre, la que miente para existir o existe para mentir. La que se aferra al olvido, al amante al marido, gaviota lúbrica difuminada entre las sienes blanqueadas de uno y las venas rudas de otro.

Que pase entonces aquello que dicen los dioses; que se desaten relámpagos y huracanes, pues mi pubis arrecia en noches de mareas hasta los montes de Carrara y mis pechos mascarones destilan por el Río Aqueronte, el brebaje inocuo de mi razón humana.


Alicia Cecilia

1 comentario:

  1. Estimada Alicia...simplemente...sin comentarios...qué grande!!!mucha alegría!!!

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