jueves, 1 de noviembre de 2012

Aun nos queda Taltal


 
 

Tu mi alegorista,  mi héroe errante, hijo del norte grande, ven desde el pasado al futuro, desde el desierto hasta la playa, deja  atrás  la fatigada busqueda del amor, deja  los presurosos quejidos de muertes pequeñas y lentas, deja en los bolsillos de tus trajes los besos clandestinos, las promesas escondidas sin jurar, deja atrás los adioses que ocultaste y olvidaste pronunciar.
Tu, descendiente de la pampa, de amaneceres robados a la camanchaca, de atardeceres de sol inmortal, de la polvareda milenaria atrapada en las casas de tu infancia.

 Trae contigo tu olor a cobre, trae tu aroma a viento y sal, trae contigo tu oro blanco en las sienes, trae bajo tus pies el néctar del desierto de Atacama, trae las fotografías de tu pampa,  las crónicas calicheras, las imágenes polvorientas de tu niñez en la oficina salitrera, trae los relatos  del taxista, el peluquero, la cocinera, la niña y sus dibujos, trae tus huesos y tu corazón lastimados.  
Trae tu armónica, tus libretas de notas y el periódico del domingo bajo el brazo, trae  el  mundo contigo, lo acunaremos mientras lo derramas en  mi regazo,  juntos crearemos uno nuevo frente al mar, tú y yo lo colmaremos en Taltal.
 
Alicia Cecilia

 

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