Tu mi alegorista, mi héroe errante, hijo del norte grande, ven
desde el pasado al futuro, desde el desierto hasta la playa, deja atrás la
fatigada busqueda del amor, deja los presurosos quejidos de muertes pequeñas y lentas,
deja en los bolsillos de tus trajes los besos clandestinos, las promesas escondidas
sin jurar, deja atrás los adioses que ocultaste y olvidaste pronunciar.
Tu, descendiente de
la pampa, de amaneceres robados a la camanchaca, de atardeceres de sol inmortal,
de la polvareda milenaria atrapada en las casas de tu infancia.
Trae contigo tu
olor a cobre, trae tu aroma a viento y sal, trae contigo tu oro blanco en las
sienes, trae bajo tus pies el néctar del desierto de Atacama, trae las fotografías
de tu pampa, las crónicas calicheras, las
imágenes polvorientas de tu niñez en la oficina salitrera, trae los
relatos del taxista, el peluquero, la
cocinera, la niña y sus dibujos, trae tus huesos y tu corazón lastimados.
Trae tu armónica, tus
libretas de notas y el periódico del domingo bajo el brazo, trae el mundo contigo, lo acunaremos mientras lo derramas
en mi regazo, juntos crearemos uno nuevo frente al mar, tú y
yo lo colmaremos en Taltal.
Alicia Cecilia
No hay comentarios:
Publicar un comentario